Una noche fue todo lo que tomó...
Una noche para arruinar todo lo que pensé que conocía.
Desde el exterior, tenía el estilo de vida perfecto. Un prometido rico, una carrera floreciente, amigos increíbles.
No estaba buscando casarme, pero cuando William, la "realeza de Manhattan", se introdujo en mi vida, no pude negar la seguridad y la comodidad que me llenó.
Para la sociedad, era la chica tras su dinero. Era la asistente a la fiesta que logró seducir a un hombre que tenía el doble de mi edad para tener el estilo de vida que algunos solo podían soñar. Era el cliché de todas las revistas sobre lo que era una prostituta dorada.
Quería demostrarles que estaban equivocados, que nuestro amor era real y que no era esa chica.
Pero luego todo cambió.
Una decisión equivocada. Una noche siendo infiel. Una realidad inquietante.
Quizás tenían razón.
Los medios de comunicación no lo vieron venir... y yo tampoco.